El ozono es oxigeno enriquecido (O3), es la forma más activa
del oxigeno, capaz de destruir virus, bacterias, hongos, mohos, esporas, parásitos
y otros muchos contaminantes por oxidación en pocos segundos. Una de las
ventajas de este método es su rapidez.
El ozono purifica el agua por oxidación química, todos los
tipos de microbios son destruidos por ozono, los coloides son desestabilizados
por neutralización y los materiales orgánicos disueltos son oxidados.
También es utilizada porque no le da sabor ni olor al agua.
La técnica se basa básicamente, en lograr un tiempo de
contacto adecuado de agua con la cantidad adecuada de ozono. Concentraciones de
entre 0.5 y 0.8 mg/l de ozono durante unos 3 o 4 minutos son suficientes para
conseguir una calidad de agua excepcional y desinfectada.
El sistema de ozonización se realiza en un deposito con un
caudal de recirculación, en donde mediante un inyector se añadirá la producción
de ozono.
Mediante un temporizador es posible aumentar o disminuir el
tiempo de producción, consiguiendo una mayor o menor concentración de ozono. Para
algunos sistemas mas complejos de regularización y control puede instalarse una
sonda de medición de ozono, también podría ser inyectar el ozono directamente
en la tubería mediante un by-pass o instalar el generador de ozono directamente
en la llave de consumo.
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